DOLAR-LADRILLOARGENTINA – Los actores del sector inmobiliario en la Argentina, se encuentran en un momento histórico complejo para emprender desarrollos inmobiliarios. Pensar negocios que necesitan estimación de costos, prever compras futuras de materiales o determinar actualizaciones de costos de mano de obra, son sin dudas condimentos que atentan contra análisis de rentabilidades de un sector clave de la economía de nuestro país.

Sin embargo, tanto los inversores, los compradores de unidades, los desarrolladores profesionales y no profesionales saben con claridad algo: la inversión inmobiliaria en escenarios de inflación e incertidumbre es el mejor resguardo del ahorro de los argentinos.

Si analizamos este 2013 que se va, nos deja varios datos para tener en cuenta: inflación real superior al veintiocho por ciento (28%), precios en Pesos en alza, precios en Dólares estables o a la baja, consolidación del cepo cambiario por lo que no existe posibilidad (salvo el mercado negro) de ahorrar en dólares, tipo de cambio paralelo y una creciente cantidad de pesos circulantes, son condimentos de la macro que impactan en el sector inmobiliario.
El golpe del cepo cambiario, todavía no digerido en el sector, es complejo dado que los que invirtieron dólares en 2009, 2010 y 2011 en proyectos inmobiliarios en general tienen parada sus reinversiones dado que no pueden salir de los proyectos con Dólares y únicamente están buscando variantes de canjes o algún considerado comprador que tenga algo de Dólares; por otro lado, vemos como nuevos proyectos en pesos, se colocan con inversores ABC1 con excedentes de pesos o la clase media en desarrollos que cuentan con una buena ingeniería financiera, otorgando financiamientos más largos que el plazo de obra, permitiendo el acceso a la vivienda de compradores finales que hoy no tienen otras alternativas para acceder a la vivienda.

Párrafo aparte merece el análisis del sector inmobiliario, que durante los años 2003 a 2011 estuvo dolarizado de hecho, lo que lleva desde el cepo cambiario un proceso de “Cambio Cultural” para adaptarse a desarrollar, comprar y vender en Pesos. Esto lleva tiempo y sin dudas los Argentinos tenemos capacidad de adaptación.

Tanto los CEDIN como otras medidas públicas, no fueron la solución para un sector acostumbrado a trabajar sin el subsidio del Estado, pero que necesita de parte de sus funcionarios públicos generar seguridad jurídica y certezas en las reglas de juego. Un ejemplo: Presupuesto 2014 aprobado en octubre de este año, estimación para 2014 valor dólar oficial: $6,33, cuando en vísperas de Navidad del 2013 ya se encuentra a $6,43, le resta credibilidad a nuestros funcionarios.

Otras medidas publicas pueden ser relevantes para el sector, tales como los Créditos Pro.Cre.Ar para la construcción o compra, con una colocación record en la Bolsa de $15.000 millones de pesos en octubre, cuyo impacto se verá en 2014 y será más relevante en el interior del País por sobre los grandes centros urbanos, por las características de los créditos que se otorgan.

Finalmente, el sector de la construcción viene de un año recesivo y las expectativas de todos los que estamos de una u otra manera vinculados con los desarrollos, es que será un 2014 de nuevos proyectos en marcha, motorizados por la necesidad de resguardo de valor como la justificación más fuerte del inversor Argentino; pero que sin dudas necesita que el Estado con sus funcionarios acompañen al sector generando certezas en las reglas de juego, que permitan a los desarrolladores volver a ser una parte clave en el crecimiento del PBI Argentino.

Fuente: elinmobiliario.com
Por: Dr. Augusto C. Acuña
Titular Estudio Acuña & Asociados-Socio CDS Desarrollos-Docente UBA