De la mano del crecimiento económico de los últimos 10 años, el uruguayo ha logrado perseverar en su capacidad de ahorro aunque esa cifra llegue a solo un 29% de la población el último mes, según datos de una encuesta realizada por Opción Consultores, empresa de investigación de mercado y opinión pública.

Como era de esperar, el mayor volumen de ahorro se da en los estratos más altos de la economía, sobre todo en hombres jóvenes donde la cifra alcanza un 55% de esa población, mientras que un 86% de las personas de nivel socioeconómico bajo dijeron que no pudieron volcar parte de sus ingresos al ahorro.

Actualmente, existe un ahorro acumulado de un 30% del PBI. En Uruguay significa entre un 10% y 15 % de los ingresos anuales, indicó el economista Pablo Montaldo.

Ahorro, ¿para qué?

El informe es claro. El uruguayo es muy conservador y prefiere destinar ese dinero que le sobra a espacios seguros aunque esto signifique una baja rentabilidad y/o ganancias a largo plazo.

Es así que un 33% coincide en que invertir en ladrillos es la opción más atractiva y segura. De todas formas, mantener el dinero por cuenta propia también tiene muchos adeptos. Un 26% dijo preferir la administración personal de sus ahorros, o sea "guardar la plata abajo del colchón", mientras que un 23% considera que el mejor destino es depositarlos en los bancos o destinarlos a productos financieros. Solo un 13% entiende que las inversiones productivas son interesantes.

Al apreciarlo por franjas, las inversiones inmobiliarias son preferidas en mayor medida por los hombres. También es la opción más atractiva para las personas de nivel educativo medio y socioeconómico alto. En tanto, guardar el dinero «abajo del colchón» es la elección más mencionada entre los jóvenes y las personas de nivel educativo y socioeconómico bajo.

Por su parte, las mujeres reparten más sus ahorros y, si bien el sector inmobiliario es el más elegido por un 28%, es seguido muy de cerca por los depósitos bancarios y el «colchón» con un 27% cada uno. A diferencia de los hombres, entre este sector de la población la moneda más elegida es el peso con un 43% frente a un 40% del dólar.

Para Assad Hajjoul, secretario general de la Cámara Inmobiliaria del Uruguay (CIU), dada la característica conservadora del uruguayo, el ladrillo aun seduce a los ahorristas a pesar del leve enfriamiento del sector y los cambios de escenarios del mercado de los últimos tiempos.

"Se convirtió en el principal refugio de los ahorros de los uruguayos, principalmente luego de la crisis de 2002, que generó una gran desconfianza del sector financiero. Las personas que se hicieron de inmuebles difícilmente los vendan. Si alguien tiene un apartamento de tres dormitorios y se muda a uno más chico, lo deja para renta. Incluso prefiere tener el apartamento vacío que el dinero en el banco, porque aun no da mucha rentabilidad", sentenció. Según el directivo, la rentabilidad en alquiler de los inmuebles está entre un 6% y 8% anual, dependiendo de la ubicación, mientras que los valores en dólares se han multiplicado en casi 10 años.

En esta línea está la propuesta de Campiglia Pilay, que en algo más de cuatro años ya tiene 1.200 socios que decidieron invertir en su propuesta de ladrillos. El innovador sistema que propone la participación en un proyecto inmobiliario con cuotas de $ 5.500 y $ 7.000, capta principalmente la atención de personas de entre 31 a 50 años (53% del total). Según explicó Javier Agustín Vigo, gerente general de la empresa, los tres principales motivos de los ahorristas son para estudios universitarios de sus hijos, como una forma de jubilación más o inversión.

"La clave de nuestro sistema es que apostamos a edificios con apartamentos de uno y dos dormitorios, de gran calidad y buena ubicación para que el valor de los mismos se mantenga en el tiempo y sean fáciles de alquilar o vender. A diferencia de los apartamentos de tres o más dormitorios, los más chicos se protegen más de la inflación porque, con una demanda constante, logran venderse o alquilarse más rápidamente y sufren menos los vaivenes de la economía", explicó.

Actualmente comercializan unas 50 unidades mensuales y el número crece sistemáticamente.

Fuente: El inmobiliario.com